¿Qué es el Lipedema?

El lipedema es una afección médica crónica caracterizada por una acumulación simétrica de tejido adiposo (grasa) en piernas y brazos. Un trastorno común pero poco reconocido, el lipedema puede causar dolor, hinchazón y aparición de hematomas con facilidad. Puede ir acompañado de una textura inusual dentro de la grasa que puede sentirse como arroz, guisantes o nueces debajo de la superficie de la piel. La intensidad del dolor puede variar de nulo a severo, y su frecuencia puede ser constante, ir y venir, o ocurrir solo cuando se empuja la grasa. La conciencia pública limitada sobre el lipedema, junto con pocos tratamientos respaldados por investigaciones, puede provocar una exacerbación de los síntomas, así como malestar físico y emocional. Los síntomas comunes incluyen fatiga, dolor muscular o aparición de moretones con facilidad.

A pesar de ser descrito por la Clínica Mayo en 1940, fue hasta 2018 que el Lipedema fue reconocido por la OMS con el código EF02.2 en el CIE11.

¿Quién contrae lipedema?

El lipedema ocurre casi exclusivamente en mujeres, con raros informes de desarrollo en hombres.

Aunque se cree que es prevalente, se desconoce la incidencia exacta. Se estima que en México hay alrededor de 4 millones de mujeres con este padecimiento

¿Qué causa el lipedema?

Las causas del lipedema no se comprenden bien. Se informa que comienza o empeora durante la pubertad y otros períodos de cambios hormonales, como el embarazo y la menopausia. Se están realizando investigaciones para determinar el papel biológico de las hormonas, la genética, la inflamación y el metabolismo en el desarrollo de la afección.

¿Es obesidad?

No. La grasa obesa se produce en todo el cuerpo. En el lipedema, la grasa se produce en las extremidades, salvo las manos y los pies. Las personas con lipedema en etapa temprana generalmente no tienen diabetes, colesterol alto ni presión arterial alta.

¿Es linfedema?

No. La hinchazón del linfedema suele afectar sólo a un lado del cuerpo e incluye las manos y los pies.

Además, el linfedema se puede diagnosticar mediante pruebas de imagen o genéticas.

El lipedema no es raro, pero rara vez se hace un diagnóstico adecuado.

Desafíos del diagnóstico

A pesar de los informes médicos iniciales de hace más de 75 años, no existen pruebas de diagnóstico definitivas para el lipedema. A menudo se diagnostica erróneamente como obesidad, linfedema, enfermedad de Dercum o insuficiencia venosa crónica. El lipedema subyacente también puede estar presente en pacientes con estas afecciones. Actualmente la única forma de diagnosticar el lipedema es que un médico capacitado realice un examen físico con una revisión del historial médico del paciente. Sin embargo, pocos médicos se sienten cómodos diagnosticando y tratando el lipedema debido a la falta de pruebas de diagnóstico y tratamientos respaldados por investigaciones. Los terapeutas pueden estar seguros de distinguir el lipedema del linfedema.

Calidad de vida

Además de los síntomas de dolor físico, el lipedema puede afectar la salud mental y la calidad de vida de una persona, provocando falta de energía, sentimientos de desesperanza, baja autoestima o trastornos alimentarios. Se anima a las personas afectadas a hablar con su médico especialista sobre su salud mental. También se pueden encontrar grupos de apoyo donde los pacientes pueden compartir sus experiencias.

Qué hacer con el lipedema

Lidiar con el lipedema puede ser un viaje solitario y confuso. Por lo general, se anima a las personas con lipedema a:

  • Mejorar el flujo linfático
  • Reducir la inflamación
  • Manejar el dolor
  • Ayude a su cuerpo a lidiar con el lipedema
  • Obtenga apoyo emocional

Aunque la grasa causada por el lipedema no se puede perder simplemente reduciendo las calorías y haciendo ejercicio, los especialistas que tratan el lipedema generalmente recomiendan hacer ejercicio diario de ligero a moderado en combinación con una dieta antiinflamatoria y uso diario de prendas de compresión de tejido plano. Si bien una cirugía como la liposucción WAL (Water Assisted Liposuction) puede ser valiosa para algunas personas para controlar el dolor y mejorar la movilidad, la decisión de someterse a una cirugía no debe tomarse a la ligera y debe tomarse en colaboración con un profesional médico calificado. Dicha cirugía es la forma definitiva de retirar esta grasa enferma, y debe ir acompañada de un cambio de estilo de vida con hábitos saludables para disminuir la posibilidad de que vuelva a surgir en otras áreas. No es una cirugía estética si no médica.